Los turnos en Tacacorí.
Tacacorí es un pueblito ubicado aproximadamente a seis kilómetros al norte del centro de Alajuela, es el lugar donde doña Bellanira a sus 72 años de edad ha vivido, ha criado a sus hijos y ha visto crecer a sus nietos y bisnietos.
En esta ocasión conversamos con Bellanira para que nos narrara un poco cómo es qué se realizaban los turnos esta pequeña comunidad desde sus inicios. Ella nos cuenta que los turnos en la localidad tiene unos 40 años de historia, en sus inicios estas actividades se realizaban con el fin de recaudar fondos para la construcción de un pequeño templo católico pues todas las personas que vivían allí debían moverse a Itiquís o a Tambor (pueblos vecinos) para poder asistir a la misa y cumplir con otro tipo de obligaciones religiosas.
Tres años después el 8 de diciembre de 1979 se inauguró la humilde iglesia en una primera comunión, en ese entonces la estructura estaba hecha en obra gris, en contrapiso ( piso chorreado en cemento y brocho), sin cumbreras y sin cielo raso. A partir de ese momento se le asignó la Inmaculada Concepción de María como su patrona.
Los turnos siguieron realizándose a partir de ese momento, organizada por el Comité de Finanzas de la Iglesia (antes llamado Junta Edificadora de la Iglesia) y el cura. Se realizaban de forma anual en honor a su patrona y para recaudar fondos para terminar y mantener la iglesia, además de realizar actividades para la comunidad. Las actividades se realizaban alrededor de la iglesia ya que antes se disponía de mayor espacio del que se tiene ahora. Dentro de las actividades que se realizaban se destacan las siguientes:
Mascaradas: los tradicionales payasos siempre formaron parte de las fiestas.
Juegos de pólvora para indicar el final de las actividades y las tradicionales bombas que marcan el inicio.
Realización de comidas como tamales, picadillos, bizcocho, pan casero, miel de toronja, arroz con pollo o carne, lomo relleno, sopa de mondongo, entre muchas otras con los ingredientes que los miembros de la comunidad aportaban.
Rifas: se realizaban las tradicionales y las rifas de la bruja (que son una especie de tira de colores con números generalmente más baratos), en ambos casos el ganador se sacaba con la tómbola del bingo. Todos los premios eran donados por el mismo pueblo como juegos de vasos u ollas, vajillas, cuadros, gallinas o hasta cerdos.
Juego de las tablitas.
Bendición de las carretas y de animales.
Carrera de cintas en bicicleta: se cerraba la calle que va desde la iglesia hasta la División ( un kilómetro aproximadamente)
Presentación de grupo musical, marimba o mariachi.
Bingo: al igual que con las rifas, muchos premios eran donados.
Doña Bellanira comenta que a las 6:00pm se realizaba la misa y después de esta se realizaban las actividades principales en la noche. El turno duraba aproximadamente 3 o 4 días dependiendo del día en que cayera el día de la santa patrona ( 8 de diciembre) y también es importante mencionar que el pueblo participaba muy activamente durante los días que duraban las fiestas, tanto de las actividades recreativas como de la organización, por ejemplo ella colaboraba como cocinera.
Es de esta manera como esta emblemática señora de la comunidad recuerda los turnos de Tacacorí, sin embargo se debe de admitir que las cosas han cambiado bastantes ya las fiestas no son lo que fueron en aquel momento. Actualmente las actividades se realizan en un fin de semana o en tres días dependiendo de la fecha, se realizan comidas, algunas rifas, uno que otro año un bingo, se realiza una serenata a la patrona de la comunidad y misas solamente.
El ambiente de fiesta se ha cambiado por uno más tranquilo y lo que más duele es la notable disminución en participación de pueblo.
Como sucede en Tacacorí y en otras partes del país los turnos han dejado de ser una forma sana de diversión y de salir del estrés de la rutina por una actividad sin gracia que nadie apoya en la comunidad o por el contrario se han convertido en centro para consumir alcohol, juegos de azar y actividades no propias de las tradiciones costarricenses.
Fuente: Toda la información ha sido recabada por una entrevista realizada a Bellanilla Castro Benavides, vecina de Tacacorí.
